El fundamento central del Estado Promotor es la permanente concertación, articulación y fomento de acciones, decisiones y ejecuciones entre instituciones públicas, sector privado y ciudadanía.
Estado Promotor
Desde sus primeros cargos públicos Álvaro Uribe concibió el concepto de Estado Promotor como modelo de funcionamiento armónico y eficaz de los gobiernos. Es un modelo de Estado que recurre a la cooperación integral entre todos los niveles de la administración pública, el sector privado y la comunidad para dar solución ágil y práctica a sus necesidades, así como para abrir caminos que viabilicen sus sueños de progreso.
El fundamento central del Estado Promotor es la permanente concertación, articulación y fomento de acciones, decisiones y ejecuciones entre instituciones públicas, sector privado y ciudadanía, de tal manera que se encuentre siempre una salida a los obstáculos, trabas y dificultades que normalmente emergen cuando se procuran soluciones a las necesidades de la comunidad o se trata de abrir camino para impulsar sus anhelos de progreso.
Por supuesto, lo anterior sólo es posible si es el gobernante mismo quien teje y promueve estas iniciativas, si se convierte en el primer Promotor, rompiendo de paso las obstrucciones burocráticas tradicionales.
Desde luego, durante su paso por la Gobernación de Antioquia el entonces Gobernador Álvaro Uribe nunca dejó de aplicar una filosofía de administración pública guiada por el concepto de Estado Promotor. Por ejemplo, bajo la tesis del Estado Promotor el entonces Gobernador Álvaro Uribe construyó una alianza estratégica gracias a la cual varias cooperativas de crédito abrieron sucursal en 60 municipios no bancarizados de la región. El departamento dispuso los créditos de apoyo, los municipios facilitaron los locales comerciales y las cooperativas aportaron la operación, administración y originación de préstamos y financiación a estas comunidades rurales y apartadas.
Naturalmente, los propulsores del Estado Promotor también operaron durante los dos gobiernos del Presidente Uribe. Quizá uno de los mejores ejemplos de la forma en que el Estado Promotor desencadenó grandes soluciones es aquel mediante el cual nació el programa denominado “Posadas Turísticas”. Este fue un programa concebido por el Presidente Uribe como un instrumento para promover la oferta de alojamiento en diversos destinos de la provincia colombiana de tal manera que, al mismo tiempo, se generaran ingreso, fuentes de empleo y desarrollo económico en beneficio de las comunidades residentes locales.
La construcción y puesta en marcha de estas posadas fue posible gracias a una articulación liderada por el Gobierno Nacional, en la cual participaron el Banco Agrario, gobernaciones, alcaldías, el sector privado y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Se crearon más de 850 posadas turísticas en lugares como Chinavita, Sutamarchán, Barichara, Usiacurí, La Sierra Nevada, El Cabo de la Vela y Bahía Solano. He ahí un exitoso programa hijo del Estado Promotor; programa que elevó la demanda turística en zonas preciosas de Colombia y simultáneamente mejoró la calidad de vida de las comunidades locales.
Otro ejemplo de la forma en que el Presidente Uribe activó los motores del Estado Promotor fue la reestructuración de la deuda del Metro de Medellín. En efecto, fue él mismo quien propició la cooperación y articulación entre la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la empresa Metro de Medellín para llegar a un acuerdo. Como resultado, en 2004 se logró concretar un arreglo financiero que ha permitido a los antioqueños honrar, de una manera justa y gradual, aquella parte de la deuda que les corresponde por la ejecución de las obras del Metro de Medellín.
No cabe duda de que, gracias al concepto de Estado Promotor que siempre guio a Álvaro Uribe, los colombianos se vieron beneficiados con gestiones inter – agenciales y alianzas público – privadas que dieron vida a soluciones y programas necesarios para mejorar su bienestar; soluciones y programas que, en ausencia de un Estado Promotor, muy probablemente se hubieran truncado en alguna instancia institucional.
Bajo la mirada de Álvaro Uribe el principio filosófico del Estado Promotor logró que en muchas comunidades de Colombia se marcara una gran diferencia; una diferencia que les produjo más progreso, bienestar y calidad de vida; una gran diferencia porque, al fin y al cabo, durante muchos años se topaban siempre con la indiferencia de administraciones que nunca conocieron o permitieron los beneficios de un Estado Promotor.