Presidente 2006-2010
Presidente 2006 – 2010
¡Adelante Presidente! exclamaban los colombianos el 28 de mayo de 2006, día en que Álvaro Uribe ganaba, de nuevo en primera vuelta y con el 62,35% (7’397,835) de los votos escrutados, su reelección en la Presidencia de la República de Colombia.
El país depositaba nuevamente en él la plena confianza para que continuara administrando el Estado con eficiencia, honestidad y austeridad, entregando a los colombianos estupendos resultados con sus políticas públicas, como se había visto en el cuatrienio anterior.
En su discurso de posesión el 7 de agosto de 2006, ceremonia magra en espectáculo y protocolo, el reelecto Presidente de la República sentenció lo que sería el ritmo y estilo de su gobierno durante los siguientes cuatro años cuando manifestó:
– Aquí no vinimos a quejarnos sino a trabajar.
Su Plan de Desarrollo 2006 – 2010, denominado Estado Comunitario – Desarrollo para Todos, se soportó conceptualmente en tres pilares filosóficos que, desde luego, guardaban plena coherencia con la línea de pensamiento que guio su primer período presidencial y que seguían vigentes:
- Seguridad desde la democracia,
- Confianza desde la responsabilidad social y
- Cohesión social desde las libertades
Así las cosas, el Presidente Uribe continuó defendiendo la seguridad como un valor democrático, como un requisito para la vigencia de las libertades y derechos, como un bien público al que todos los ciudadanos debían tener acceso en igualdad de condiciones, como el único medio para que las nuevas generaciones de colombianos pudieran vivir en paz.
Adicionalmente, Uribe sabía que debía perseverar en una serie de estímulos fiscales, en el acceso a nuevos mercados para Colombia, en llevar a cabo voluminosas inversiones en infraestructura, en la consolidación de la conectividad digital a lo largo y ancho del país, en la profundización de la bancarización para todos los sectores poblacionales y, por supuesto, en preservar una política macroeconómica solida y responsable, todo ello como plataforma necesaria para impulsar la confianza inversionista y, de esta manera, generar crecimiento económico sostenido, viabilizar fiscalmente una política social robusta y, así, proporcionar más y mejores oportunidades de calidad de vida y prosperidad para todos los colombianos.
Sin duda, el propósito del Presidente Uribe al insistir durante su segundo mandato en mejorar cada vez más la seguridad en todo el territorio nacional y en ofrecer mejores condiciones para la inversión y la actividad empresarial era darle sostenibilidad a un vigorosa agenda de protección social y redistribución del ingreso; agenda que no excluía a ningún colombiano en condición de vulnerabilidad y que le permitía al Estado tejer la cohesión social necesaria para dar legitimidad democrática a su modelo de seguridad y prosperidad, el cual no sólo se probaba exitoso sino que, más importante aún, no conculcaba ni menoscababa las libertades de la población.
Ahora bien, durante esta segunda administración el trabajo del Presidente Uribe y su equipo de gobierno continuó enmarcándose en el incesante ritmo que exige el Estado Comunitario: permanente interacción y contacto directo con la comunidad en todas las regiones de Colombia.
En efecto, el Presidente Uribe continuó llevando a cabo religiosamente los Consejos Comunitarios, cabildos abiertos en donde se permitía a la propia ciudadanía exponer, en vivo y en directo, sin filtro y sin necesidad de intermediario alguno, todo el cúmulo de problemas y obstrucciones vigentes al mejoramiento de su calidad de vida; espacios que, además, exigían una permanente rendición de cuentas por parte de todos los niveles de gobierno.
En consecuencia, el cariño de los colombianos hacia Uribe siguió aumentando, toda vez que todos los días veían un Presidente genuino, cercano y sencillo que no sólo trabajaba y se sacrificaba sin cesar por darle a Colombia el mejor futuro, sino que, al mismo tiempo, obtenía resultados que el país nunca creyó posibles.
En particular, en materia de seguridad se destacan los siguientes logros durante el segundo cuatrienio del Presidente Uribe:
- Desmovilización, captura o baja de numerosos cabecillas de las FARC, entre ellos los conocidos con el alias de Raúl Reyes, Iván Ríos, Negro Acacio, Martín Caballero, El Paisa, Karina, JJ, Martín Sombra, Hugo Sandoval, Felipe Rincón, Mariana Páez y Gaitán.
- Operación Jaque, planeada estratégicamente para el rescate de Ingrid Betancourt y sus demás compañeros de cautiverio a manos de las FARC, a saber, tres contratistas estadounidenses y once integrantes de la fuerza pública colombiana; no hubo ninguna baja durante el operativo, las comunicaciones de alias el Mono Jojoy fueron exitosamente interceptadas y se capturó a los terroristas alias César y Enrique Gafas.
- Liberación, atribuible entre otras cosas a la presión indeclinable de la fuerza pública, de todos los políticos que habían sido secuestrados por parte de las FARC durante las épocas en que Colombia estaba inclinada ante el yugo terrorista: Consuelo de Perdomo, Clara Rojas, Gloria Polanco, Jorge Gechem, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán, Sigifredo López y Alan Jara.
- Desmovilización y reincorporación a la vida civil de más de 35,000 miembros de las AUC y de 18,000 guerrilleros de las FARC y el ELN, en el marco de la Ley Justician y Paz.
- Reducción de 33.3% en el número de hectáreas sembradas con cultivos ilícitos.
- Disminución de 85% de los atentados terroristas.
- Reducción de homicidios en un 74%, convirtiéndose en una de las caídas mas significativas en todo el planeta.
- Disminución a 282 casos de secuestro en 2010 (vs. 2,882 casos en 2002).
- Continuidad del programa Familias Guardabosques, vinculando esta vez a 114 mil familias que protegieron más de un millón de hectáreas de bosque natural de los impactos que causan los cultivos ilícitos.
- Acompañamiento a aproximadamente 58 mil hogares desplazados por el terrorismo mediante planes de retorno o reubicación.
- Captura o baja de cabecillas del narcotráfico, entre ellos los conocidos con el alias de Don Diego, Los Mellizos y Don Mario.
- Extradición de un total de 956 personas acusadas de narcotráfico.
Por su parte, en materia de confianza para la inversión y crecimiento económico los resultados hablan por sí solos[1]:
- La inversión extranjera se incrementó en 164%.
- Se crearon 150 mil nuevas compañías, destacándose el segmento de Mipymes.
- El crecimiento económico promedio del país superó el umbral de 4% anual, alcanzando incluso niveles históricos de 7.2% y 6.7% durante los años 2006 y 2007, respectivamente.
- Se crearon 3’668,000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo nacional pasó de 15.8% a 11.2 % (agosto de 2002 – agosto de 2010).
- En las 13 principales ciudades, la caída en el desempleo fue incluso más pronunciada, al pasar de 18.3% a 12.2% durante el mismo período.
- En las cabeceras rurales, la generación de puestos de trabajo también se aceleró significativamente, pues el índice de desempleo bajó de 15.8% a 11.8% en igual lapso.
- La capacidad adquisitiva del pueblo colombiano se incrementó de manera importante como resultado de la disminución de más de 60% en la tasa de inflación, la cual pasó de 5.98 a 2.31% (agosto de 2002 – agosto de 2010).
- El ingreso per cápita de los colombianos se multiplicó por un factor de 2.64, alcanzando $USD 6,327 (dólares) en 2010.
- La sostenibilidad y el equilibrio externo de la Nación se restauró, como quiera que las reservas internacionales del país crecieron 150%, al pasar de $USD 10,673 millones en agosto de 2002 a $USD 26,712 millones en agosto de 2010.
- La productividad promedio del agro colombiano se incrementó en 13%.
- Se construyeron un millón doscientas mil viviendas, alojando así al 12% de la población colombiana.
Finalmente, se registraron avances nunca vistos en términos de los programas de cohesión social y reducción de pobreza[2]:
- El número de colombianos protegidos por el sistema de aseguramiento en salud pasó de 25 millones a 41 millones, con 2.6 millones de cupos.
- 2 millones de victimas del desplazamiento forzado fueron vinculadas al régimen subsidiado.
- La cantidad de personas activas en el Sistema General de Pensiones creció de 4 millones a casi 6 millones (diciembre 2002 – marzo 2010).
- El número de afiliados al Sistema de Riesgos Profesionales pasó de 4.2 millones a aproximadamente 7 millones (diciembre 2002 – abril 2010).
- La cantidad de personas afiliadas a las cajas de compensación familiar aumentó de 3.4 millones a 5.9 millones (diciembre 2002 – mayo 2010).
- Se alcanzó 100% de cobertura en educación media, de tal manera que en 2010 se graduaban anualmente 700 mil bachilleres (vs. 424 mil en 2002).
- Se crearon 60 mil cupos de educación superior, de los cuales 32.3% correspondieron al nivel técnico y tecnológico.
- La deserción escolar (preescolar, básica y media) cayó de 8.0% a 5.2%.
- En el 2006 el programa Familias en Acción se amplió a todos los centros urbanos del país, en 2008 se extendió a comunidades indígenas, durante el 2009 el programa se concatenó a un proceso masivo de bancarización de las familias beneficiarias en 229 municipios del país y para 2010 eran 2.6 millones de familias las que se encontraban cobijadas en esta segunda fase (2006 – 2010).
- En el marco del programa Desayunos Infantiles con Amor, el ICBF le brindó desayuno a más de 8 millones de niños y niñas menores de 6 años de los niveles 1 y 2 del Sisbén.
- Gracias al programa que les proporcionaba raciones alimentarias diarias, 2.4 millones de personas en condición de desplazamiento mejoraron significativamente su condición nutricional, particularmente niños en edad preescolar y escolar, madres gestantes y lactantes, así como niños menores de cinco años en riesgo de desnutrición.
- 7,034 madres comunitarias fueron alfabetizadas, de tal manera que en el año 2010 ya ninguna era iletrada y 14,170 habían sido capacitadas en Pautas de Crianza.
- 13,057 madres comunitarias fueron profesionalizadas entre 2008 y 2010 en Atención Integral a la Primera Infancia.
- El gobierno sacó adelante el Código de Infancia y Adolescencia, permitiendo acceso oportuno a la información y rápido tratamiento de los niños en situaciones de maltrato, explotación sexual y/o laboral, y abandono.
- Gracias al programa de restablecimiento de derechos del ICBF, 4,223 menores fueran rescatados de los grupos terroristas.
- Bajo el programa de Protección Social al Adulto Mayor para mayo de 2010 más de 573 mil personas de la tercera edad en situación vulnerabilidad socioeconómica recibían un subsidio monetario mensual.
- Se implementó el Programa Nacional de Alimentación Complementaria al Adulto Mayor, gracias al cual, a mayo de 2010, 417 mil adultos mayores accedían a un complemento nutricional.
- Cuando la pobreza se mide con el ingreso de las personas, se encuentra que entre 2002 y 2010 3.5 millones de personas salieron de la pobreza y casi 1.7 millones pudieron dejaron una situación de pobreza extrema.
Con todo, medir la pobreza sólo con ingreso, sin tener en cuenta la política social, es un error porque los programas sociales precisamente están orientados en aliviar las condiciones de los más pobres.
Por ende, debe señalarse que sólo en 2009, último año completo de su mandato, el gobierno del Presidente Uribe transfirió 17 billones de pesos a través de sus programas sociales al 40% más pobre de los colombianos.
Uribe cerraba así el círculo virtuoso de lo que siempre fue su visión de gobierno para Colombia: iniciar en el punto de partida de la seguridad, alcanzar luego las etapas de confianza y crecimiento, llegar posteriormente al tramo de la cohesión social y finalmente arribar a la sostenibilidad democrática de los puntos previamente recorridos, permitiendo así que el circuito se pudiera recorrer una y otra vez hasta arraigarse en el corazón del pueblo colombiano.
Es así como Álvaro Uribe Vélez se convirtió en el Presidente de Colombia que finalmente la amó y comprendió en todos sus frentes, permitiendo que aquel manifiesto con el cual fue elegido en 2002 y posteriormente en 2006 se incrustara en la vida, corazón y memoria de cada colombiano:
“La Colombia Que Quiero…
Sueño con una Colombia con predominio de una clase media democrática, tolerante, solidaria y respetuosa con el medio ambiente.
Sueño con una Colombia en la que todos podamos vivir en paz, resolver nuestras diferencias pacífica y creativamente, gozar en familia de nuestras carreteras, paisajes y ríos. Sentir con ilusión que nuestra Patria nos pertenece y que debemos cumplir seriamente nuestras obligaciones con ella. Una Colombia con autoridad legítima y cero poder para los violentos.
[1] Métricas comparadas con el año 2002, a menos que se indicque lo contrario.
[2] Métricas comparadas con el año 2002, a menos que se indique lo contrario.