Álvaro Uribe lo dio todo por el bienestar y la calidad de vida de los niños y las niñas de nuestro país, nuestro mayor tesoro
Primera Infancia
La primera infancia es la etapa más frágil, pero a la vez más importante, en la vida de un ser humano, pues es la que transcurre desde la gestación hasta los 6 años. En efecto, el completo desarrollo de un niño o niña en este periodo lo que asegura su bienestar físico, nutricional, cognitivo y emocional.
Es decir, la forma en que un niño o niña se desarrolla durante estos primeros años es lo que determina en gran medida el nivel de bienestar y calidad de vida que van a percibir el resto de su vida.
Como es apenas natural en quien ha sido padre, pero también en quien buscó siempre volcar su corazón grande a Colombia, el Presidente Álvaro Uribe priorizó día tras día el amparo y la protección de los niños y niñas de nuestro país. Su administración nunca descansó a la hora de tejer lazos de cuidado y amor para nuestros niños y niñas.
Lo primero que se implementó fue una política pública denominada “Colombia por la primera infancia”, cuyo propósito era promover y fortalecer múltiples soluciones a la pobreza, el abandono y la desnutrición de niños, niñas y madres gestantes.
La idea era impulsar la seguridad alimentaria de los menores, priorizando el mejoramiento de sus condiciones de peso, talla y estatura según los correspondientes valores nutricionales.
En el marco de esta política se deben destacar programas como Desayunos Infantiles con Amor, Familias en Acción, Hogares Comunitarios, Hogares FAMI, Hogares Infantiles, Hogares Felices para la Paz, así como uno dirigido a mujeres recluidas en establecimientos carcelarios.
Los resultados de este conjunto de programas de política pública lo dicen todo:
- Entre 2002 y 2010, y en el marco del programa Desayunos Infantiles con Amor, el ICBF le brindó un desayuno a más de 8 millones de niños y niñas menores de 6 años de los niveles 1 y 2 del Sisbén.
- Para 2010 2.6 millones de familias estaban cobijadas por la protección del programa Familias en Acción, gracias al cual la madre del hogar recibía un estipendio monetario mensual condicionado al cumplimiento de ciertos requisitos que permitieran comprobar la adecuada nutrición, salud y educación de sus hijos.
- El nivel de asistencia nutricional y promoción social de Colombia se disparó, al pasar de 3.2 millones de niños atendidos en 2002 a 6.8 millones en 2010.
- Entre 2002 y 2010 y gracias al programa que les proporcionaba raciones alimentarias diarias, 2.4 millones de personas en condición de desplazamiento mejoraron significativamente su condición nutricional, particularmente niños en edad preescolar y escolar, madres gestantes y lactantes, así como niños menores de cinco años en riesgo de desnutrición.
Tan importante y exitosa fue la política del Presidente Uribe en favor de los menores, que el Congreso de la República, por iniciativa del gobierno, promulgó la Ley 1295 de 2009, la cual reglamentó los esquemas de atención integral de niños y niñas menores de seis años, así como de las madres gestantes pertenecientes a los niveles uno, dos y tres del SISBEN.
Ahora bien, el Presidente Uribe y su gobierno siempre entendieron que la protección, el cuidado y el amparo de los menores es integral y va más allá de propender únicamente por su adecuado desarrollo nutricional y educativo.
De este modo, entre 2002 y 2010 se implementaron sendos mecanismos de protección desde la concepción y durante los primeros años del niño en contra de amenazas como la droga, los depredadores sexuales, el maltrato en el seno de sus hogares, el reclutamiento infantil por parte de grupos criminales y, en general, contra toda circunstancia que pudiera afectar su integridad.
Por ejemplo, el gobierno sacó adelante el Código de Infancia y Adolescencia, el cual multiplicó la información y posibilidades de rápido tratamiento y protección del niño ante situaciones de maltrato, abandono u explotación.
Adicionalmente, en el marco del programa de restablecimiento de derechos del ICBF, entre 2002 y 2010 las administraciones del Presidente Uribe lograron que 4,223 menores fueran rescatados de los grupos terroristas; niños a los cuales se les cambió un fusil por un juguete y las penurias de la selva por un hogar.
Por otro lado, el gobierno de Álvaro Uribe también reconoció la noble y esencialísima labor de las madres comunitarias, entendiendo que son agentes educativos responsables del cuidado de niños y niñas de primera infancia.
Así las cosas, fue el propio Presidente Uribe quien impulsó y sacó adelante un régimen de seguridad social especial para estas mujeres, logrando asegurar para ellas la protección social que el país les adeudaba.
Pero esto no fue lo único que se hizo a favor de las madres comunitarias, toda vez que las administraciones del Presidente Uribe también lograron:
- La alfabetización de 7,034 madres comunitarias, de tal manera que en el año 2010 ya ninguna era iletrada y 14,170 habían sido capacitadas en Pautas de Crianza.
- La profesionalización de 13,057 madres comunitarias entre 2008 y 2010 en Atención Integral a la Primera Infancia.
- El mejoramiento locativo a partir de 2007 de 2,731 viviendas en donde funcionaban los hogares comunitarios.
Debe también destacarse el impulso que el Presidente Uribe le dio al acuerdo de voluntades por el Derecho a la Felicidad de los Niños, el cual fue firmado por empresas privadas y gremios. En el marco de este acuerdo los empresarios se comprometieron a construir jardines infantiles para los hijos de sus trabajadores, así como a incentivar cursos educativos y propiciar espacios para su recreación.
No cabe duda de que Álvaro Uribe fue un abanderado y defensor a ultranza de los derechos y la felicidad de los niños de Colombia.
Luchó sin descanso contra el abandono y todo tipo de violencia física, moral y sicológica hacia nuestros niños y niñas. Sacó adelante políticas, programas e iniciativas que hoy nos permiten abrazar niños más alegres, más sanos, bien alimentados y que asisten diariamente a un salón de clases.
En otras palabras, Álvaro Uribe lo dio todo por el bienestar y la calidad de vida de los niños y las niñas de nuestro país, es decir, por restaurar y proteger nuestro mayor tesoro.